Los zalameños celebraron ayer el día grande de su Semana Santa con la salida procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno con Cirineo y María Santísima de los Dolores. Pasadas las 19:30 horas, hacia su aparición por la puerta de la Iglesia Parroquial el paso del Cristo, imagen que este año ha lucido la túnica morada que no llevaba desde septiembre de 2004, cuando se celebró la procesión de su cincuentenerario.
Precediendo la comitiva, la Santa Mujer Verónica, figura que este año ha encarnado la joven Cinta Hernández Banda y las tres Marías, personajes representados por Marina Domínguez Rabadán, Alba Giles Sánchez y María Serrano Conejo. La sobriedad vino también de la mano de las numerosas mujeres de mantilla que acompañaron a Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Unos minutos más tarde, recorría los últimos metros que distan desde el interior de la iglesia hasta la puerta de salida el paso de la Virgen, imagen que llevaba la saya azul bordada en oro realizada por Rafael Infante, y el manto corinto liso. Uno de los estrenos de este año ha sido la blonda de encaje para la pechera que ha lucido la Virgen durante la procesión.
Los sones de las bandas de cornetas y tambores llenaron el ambiente de fervor y recogimiento. Por un lado, la Banda Nuestro Padre Jesús Nazareno de Cáceres acompañando al Cristo y, por otro lado, la Banda Don Justo Ruiz de Zalamea la Real junto a la Virgen.
Como es tradición, los pasos se separaron a la salida de la iglesia. Mientras el Cristo continuó por la Avenida de Andalucía, la Virgen descendió por la calle Hospital para encontrarse de nuevo al final de la Avenida de Andalucía, justamente en el cruce con la calle Manovel. Este es uno de los momentos más emotivos del día ya que se produce el tradicional ‘encuentro’ entre las imágenes que inunda de emoción a los devotos zalameños y que llena de devoción la Semana Santa zalameña.
En el momento del encuentro, se cantaron los cánticos tradicionales y entre cántico y cántico, la Virgen se aproximó tres veces a Nuestro Padre Jesús Nazareno simbolizando tres besos. Desde allí, ambos pasos continuaron juntos en su recorrido hasta la Iglesia.
Por otra parte, durante la madrugada los zalameños han podido acompañar en su recorrido procesional al Santísimo Cristo de la Sangre, una de las más solemnes ya que procesiona en total silencio y con el único sonido de los pasos de los costaleros y el grupo de música de capilla, compuesto por dos clarinetes y un oboe.
El desfile procesional comenzó a las dos de la mañana e hizo su tradicional recorrido por la Avenida de Andalucía y las calles Fontanilla, Tejada, Jardín, Plaza Talero, Don Manuel Serrano hasta su entrada de nuevo en la iglesia.
La última procesión de la Semana Santa zalameña tendrá lugar esta tarde a las 18:30 horas, cuando las calles del municipio se llenen de recogimiento y sobriedad para acompañar en el recorrido al Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad con San Juan Evangelista.Como es tradición, la comitiva depositará a la llegada al Sepulcro al Cristo Yacente y el paso de la Virgen volverá sólo a la Iglesia.