Por el pueblo

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jueves, 17 de diciembre de 2009

EL AYUNTAMIENTO SUSTITUYE EL ANTIGUO RELOJ DE LA TORRE DE LA IGLESIA POR UNO MÁS MODERNO QUE FUNCIONA CON AUTONOMÍA PROPIA

IMG_9436DSC_2267El Ayuntamiento de Zalamea la Real ha sustituido el antiguo reloj de la torre de la iglesia por uno más moderno y electrónico que cuenta con autonomía propia y que es controlado mecánicamente.

El nuevo reloj se ha programado para anunciar las horas, las medias y los cuartos y para que todos los días, a las 12 de la mañana, suene el Ángelus. Asimismo, se ha preparado para que controle de forma mecanizada las campanadas que anuncian los toques a misa o a difuntos. Junto al nuevo reloj, se ha recuperado una de las campanas de la torre que hacía muchos años que se encontraba estropeada.

La decisión del cambio de reloj fue aprobada por la junta de gobierno a petición de la concejalía de Cultura para dotar a la torre de la iglesia de una pieza electrónica de alta precisión y mayor calidad.

El reloj fue cambiado con anterioridad en el año 1802. Según consta en las actas capitulares, el reloj de aquella época quedó totalmente inservible a finales del siglo XVIII, por lo que el Consejo solicitó autorización al Real y Supremo Consejo de Castilla para sustituirlo. Como dato curioso, el sueldo de la persona encargada de velar por el funcionamiento del reloj de la torre era, a mediados del siglo XVIII, de 180 reales de vellón al año. PA060014PA060016

La autorización llegó el 10 de julio de 1802, con una estimación de coste de construcción y transporte a la villa de 15.000 ducados. De toda la instalación, sólo se pudo aprovechar la campana que se encontraba en buen estado. El concejo tenía a finales del año 1801 un presupuesto de 71.531 reales y 13 maravedis, por lo que comenzó a estudiar la posibilidad de que fueran artesanos del pueblo los que realizasen la instalación y de poner a la venta el viejo para recaudar fondos.

Según reza en el documento, el nuevo reloj funcionó durante todo el siglo XIX, siendo de vital importancia a finales de siglo ya que los mineros se regían por él para ir al trabajo. Su importancia fue tal, que incluso tuvo que mediar el Ayuntamiento ante el cura para que dejara al encargado acceder a la torre a cualquier hora del día y no sólo al alba para dar cuerda al reloj cuando éste se quedaba parado.

Este reloj acompañó el devenir de la historia de Zalamea la Real durante todo el siglo XIX. Ahora, en el siglo XXI, el pueblo da la bienvenida a un nuevo reloj con una maquinaria más moderna y acorde a los tiempos.

Agradecimientos a Vicente Rodríguez Serrano por la información facilitada.