La directora general de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura, Margarita Sánchez, acompañada del alcalde de Zalamea la Real Vicente Zarza, la concejala de Cultura Mª Angeles Pascual y el delegado provincial de Cultura Juan José Oña, visitaron ayer la aldea de El Pozuelo para supervisar las actuaciones arqueológicas y de conservación que se están llevando a cabo en el conjunto dolménico de El Pozuelo.
Esta intervención patrimonial, llevada a cabo por la Consejería de Cultura, cuenta con una inversión de 188.805 euros y tiene como objetivo contribuir a la puesta en valor de los dólmenes 3 y 4 del Grupo de los Llanetes, dentro del Conjunto Dolménico.
Los trabajos que se están llevando a cabo se centran en la recuperación y preservación material de estos dos monumentos megalíticos mediante actuaciones arqueológicas y obras de conservación. Estas actuaciones consisten en la aplicación de diversos procedimientos técnicos para detener los mecanismos de alteración e impedir que surjan nuevos agentes de deterioro.
El objetivo principal de la actuación será garantizar la permanencia material de estos bienes patrimoniales favoreciendo así su preservación futura y determinando las tareas de mantenimiento oportunas con los objetivos básicos de prevenir y evitar que estas construcciones vuelvan a deteriorarse. Las actuaciones arqueológicas se están llevando a cabo por la Empresa Cota Cero S.L.
Previa a esta visita, la directora general de Bienes Culturales supervisó el Dolmen de Soto en Trigueros, donde la Consejería de Cultura está llevando a cabo un conjunto de actividades arqueológicas dirigidas a desarrollar un programa de tutela, puesta en valor y uso social integral del Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional.
Para ello, la Consejería de Cultura ha desarrollado varias campañas de excavación arqueológica de apoyo a la restauración y puesta en valor iniciadas en el 2007 que están permitiendo la recopilación de información sobre esta construcción y su estado de conservación, cuyos resultados han cambiado la percepción del monumento, mostrando una nueva dimensión del mismo.
La investigación arqueológica identificó la existencia de un túmulo preservado y desconocido hasta este momento, con más de 80 metros de diámetro, delimitado por un complejo anillo construido con grandes bloques de caliza y conglomerados policromos, rematado con una cubierta de piedras de cuarzo blancas.
Este programa de intervenciones arqueológicas están permitiendo a los arqueólogos conocer el Dolmen, dotar de documentación científica a los contenidos del programa de difusión que instrumentalizará el Centro de Interpretación que se pondrá en marcha y proporcionar la información necesaria para la ejecución de los trabajos que garanticen su conservación integral.