La Constitución del 19 de Marzo de 1812 conocida como la Pepa, redactada por las Cortes de Cádiz en plena Guerra de la Independencia, fue toda una apuesta de modernización y un intento de superar el viejo régimen. Posteriormente se vería truncado su desarrollo por la actitud de Fernando VII, que optó por aliarse con las viejas monarquías europeas y mermó los anhelos del pueblo que deseaba aquella Constitución progresista que tanto costó redactar y defender.
Tanto el hecho de la promulgación, como el desencanto del pueblo, tuvo en Zalamea la Real su reflejo con dos hechos digamos especiales:
Tras recibirse el texto el 27 de Julio en Zalamea la Real remitido por el Consejo de Regencia, fue leído en la Plaza Pública por el pregonero R. Rodríguez en presencia de una partida del Regimiento de Infantería del Rey que casualmente se encontraba en el pueblo y ante la población, en esta fecha era Alcalde primero José Sánchez Bejarano, de segunda vara era Alcalde Manuel López Romero y secretario Manuel Tatay Domínguez, el Concejo decidió que su juramento se realizara con toda la solemnidad “en la única parroquia Iglesia que hay en ésta población …” el domingo 26 de Agosto de 1812. Ese día reunidos en las casas del Ayuntamiento todos los hombres que componían la Corporación y que se encontraban en el pueblo, así como todos los Alcaldes de la Santa Hermandad de las Aldeas, se dirigieron “… en forma de cuerpo…” a la Iglesia Parroquial tras oír una misa y una breve alocución del párroco “… juraron guardar y hacer cumplir la dicha constitución en todas sus partes y lo mismo hizo el Clero con el Pueblo…” tras de lo cual se cantó el Tedeum. El secretario sacó certificación por duplicado de lo acontecido.
Transcurridos unos años en los que todas las expectativas que se levantaron 
Vicente Rodríguez Serrano
