Defiende la gestión del dimisionario presidente y acusa a la alcaldesa de Riotinto de dinamitar el órgano
El alcalde del municipio con mayor número de habitantes de la Cuenca Minera, el nervense Domingo Domínguez (PSOE), integrante de la Plataforma Proapertura de la Mina de Riotinto, pidió ayer respeto y comprensión para la decisión adoptada por su homólogo en Berrocal, Juan Jesús Bermejo, de renunciar a la presidencia del órgano que trabaja por reactivar la actividad minera en la comarca.
Domínguez, que defendió la gestión realizada por su compañero socialista al frente de la mencionada plataforma, integrada por partidos políticos, sindicatos y empresarios de la comarca, criticó duramente la actitud “cobarde” y “torticera” que, a su juicio, está practicando la alcaldesa de Minas de Riotinto, Rosa Caballero (PP), a la que acusa de llevar tiempo “intentando dinamitar la plataforma”. “Nadie como ella ha luchado más por los intereses propios en detrimento de los de toda la comarca. Nadie como ella ha utilizado a la empresa para cargar contra la Junta en pleno periodo electoral. Y nadie como ella ha puesta en jaque la solidaridad y la idea de comarca que siempre ha vertebrado este territorio”, criticó.
A pesar del abandono del PP y el PA, el primer edil socialista defendió la efectividad de la Plataforma Proapertura de la Mina, por encima de intereses partidistas, y apostó por dar un nuevo impulso a este órgano, cuya única pretensión es la de facilitar la reactivación del sector minero en la zona tras más de una década de inactividad, a la vez que defendió el papel jugado por la administración regional al exigir a la empresa interesada el cumplimiento estricto de la legalidad vigente.
A juicio del alcalde de Nerva, se está en un momento crucial en el que la apertura de la histórica mina está cada vez más cerca. “La mina se va a abrir más pronto que tarde porque la Junta y la empresa interesada están trabajando en ello en un clima de máxima colaboración. En momentos como estos nos tenemos que mantener firmes y no dar bandazos como los que nos tiene acostumbrado a dar la alcaldesa de Riotinto, a la que parece estar dándole vértigo que se esté cada vez más cerca de alcanzar nuestro objetivo y no vaya a poder sacar el rédito político que siempre ha perseguido en esta cuestión”, concluye.
