Zalamea la Real vivirá la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo con la salida procesional de cuatro cofradías que realizarán estación de penitencia hasta el próximo viernes y que llenarán de fe y recogimiento las calles del municipio. La mirada de los fieles y devotos está puesta en el cielo ante la amenaza de lluvia para estos días y a la espera de que el agua no haga acto de presencia y desluzca los actos religiosos.
La salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno (El Cautivo) y María Santísima de los Dolores el miércoles Santo a las 20 horas desde la Iglesia Parroquial marcará el punto de inicio de los desfiles procesionales. Ambas imágenes, obra del escultor local Manuel Domínguez, recorrerán la Avenida de Andalucía, La Plaza, las calles El Caño, Don Juan Díaz, Las Fuentes, Sevilla y el Paseo Redondo para hacer su entrada de nuevo en el templo sobre las 23:00 horas.
Tras esta intensa jornada, el día grande de la Semana Santa zalameña llegará el jueves con la salida procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno con Cirineo y María Santísima de los Dolores, que comenzará su estación de penitencia a partir de las 19:30 horas. Este año, la Santa Mujer Verónica que acompaña a la imagen del Nazareno, estará encarnada por Rocío Martín Consuegra Banda y las tres Marías por Rocío Perea Librero, María Domínguez Mora y Andrea Borque Trigo. Las mujeres de mantilla que conforman parte de la comitiva crearán una estampa solemne durante todo el recorrido.
Por segundo año consecutivo, ambas imágenes, que se separan a la salida de la iglesia, volverán a encontrarse en la antigua ‘calleja de la cárcel’ en lugar de en la calle Manovel, recuperando así una tradición perdida hace medio siglo. Una vez juntas, se entonarán los cánticos tradicionales y la Virgen se acercará tres veces al Cristo simbolizando tres besos, llenando este momento de una gran carga de emotividad, para continuar ambos pasos desde allí juntos el recorrido.
El viernes, último día de salidas procesionales en Zalamea la Real, realizarán estación de penitencia dos cofradías, una por la madrugada y otra por la tarde. La primera de ellas, la del Santísimo Cristo de la Sangre, saldrá a las dos de la madrugada y es una de las más solemnes ya que procesiona en total silencio, sólo con el sonido de los pies de los costaleros y el grupo de música de capilla.
Ya por la tarde, a las 18 horas, saldrá la última cofradía, la del Santísimo Cristo Yacente y Nuestra Señora de la Soledad, que este año vuelve a procesionar sin San Juan Evangelista debido al mal estado de la imagen. Con ello se recupera también una tradición de antaño cuando la Virgen procesionaba sola.
Durante la procesión, las calles se llenarán de recogimiento y sobriedad y como es tradición, la comitiva depositará a la llegada al Sepulcro al Cristo Yacente y el paso de la Virgen volverá sólo a la Iglesia.
Como broche final a los actos penitenciales, se celebrará a las 22 horas del viernes la Vía Sacra, donde sólo acudirán los hombres como marca la tradición. Una corneta anunciará el comienzo de la hora santa del vía crucis y la campana mayor tocará diez veces. Los hombres se situarán en torno al pórtico sur de la iglesia parroquial, desde donde comenzarán con paso acompasado tras la cruz de guía de la Hermandad de Penitencia emulando así el camino de Cristo desde el Pretorio hasta el Gólgota, del Calvario hasta el Sepulcro de Arimatea. La comitiva irá parando en el trayecto en cada una de las 14 estaciones e irá entonando rezos y cánticos que un orador irá pronunciando durante todo el camino.