Por el pueblo

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jueves, 3 de septiembre de 2009

JOSE ANTONIO Y BERNABÉ SUPERAN LAS EXPECTATIVAS Y REPRODUCEN EL ANTIGUO MERCADO DE ABASTOS




Tras varios meses de intenso trabajo, en los que los autores han dedicado de forma totalmente altruista más de diez horas diarias, ha visto la luz una magnífica obra de arte que estará expuesta durante toda la Feria de Zalamea la Real en el Paseo Redondo.


Se trata de una reproducción exacta del antiguo mercado de abastos, edificio que en la actualidad acoge el Centro de Interpretación de la Cultura Dolménica y que fue inaugurado en el año 1904.

Los artistas que han dado forma a este trabajo han sido José Antonio García, conocido popularmente como ‘El Chaleco’ y Bernabé Romero, que ya el año pasado sorprendieron al público con la construcción de la plaza de toros del municipio en miniatura.


La maqueta del antiguo mercado de abastos está realizada en madera y mide 2,44 x 2,05 metros. Los que la visitan, se sorprenden de la similitud que guarda con el edificio original, ya que sus artífices no han dejado escapar ni el más mínimo detalle para copiar con total exactitud este tesoro patrimonial.


Los ladrillos labrados a mano en la fachada, las puertas realizadas meticulosamente con varillas de hierro, las 2.500 tejas colocadas a mano de la cubierta, los carteles, los cantos pegados individualmente con barro, las palmeras hechas con madera y cartulina, los puestos de venta o el pozo en el que se guardaba la carne para que se conservara fresca evoca aquel tiempo pasado cuando el mercado formaba parte de la vida cotidiana de los zalameños.


José Antonio y Bernabé dicen que la maqueta no está hecha a escala “porque se vería ridícula” pero sí a “ojo de buen cubero” y cuentan que para su elaboración han utilizado fotografías de la época y han visitado a diario el edificio original “ya que no queríamos que se nos olvidara nada”.


Aseguran que ha sido un trabajo muy complicado “pero era un reto que nos pusimos el año pasado y teníamos que conseguirlo”. Lo más difícil, según cuentan, “ha sido poner una a una las 2.500 tejas y marcar en la madera los ladrillos, que casi perdemos la vista”. También le dedicaron muchas horas al empedrado de la calle: “Seleccionamos cada una de las piedras de la maqueta y las fuimos pegando pacientemente con barro, eran tantas que no nos sentíamos los dedos”, recuerdan.


Al verla terminada dicen que sintieron “una gran satisfacción” y que, al acabarla unos días antes de su exposición, iban a visitarla para recrearse la vista.


Y como recompensa al intenso trabajo, la cara de admiración de todo el que la visita y las palabras de elogio del público hacia estos dos artistas zalameños, que ya tienen decidido su próximo reto y que, como siempre, guardarán como un secreto para sorprender a los zalameños en sus Fiestas.